El libro de nuestra vida



De apoco y sin prisa, vamos escribiendo las paginas del libro de nuestra vida..
Hay tantas paginas, como día tiene el año..
Los capítulos son varios, algunos cargados de suspensos, otros de romanticismo y la gran mayoría de drama...
El protagonista, sigue sus dilemas a lo largo del libro. Este guarda cierta similitud con otros, pero he de asegurar que nunca encontraremos dos libros IDENTICO.
Nos sentiremos identificado con los personajes, tan parecido a uno, sensibles, buenos, malos, egoístas, mezquinos, tan humanos...
Capitulo tras capítulos, nos cuenta sus aventuras, su día a día.
Vamos leyendo como, tras la experiencia, se vuelve mas maduro, conoce diferentes personas, amores, amigos, que van llenando su corazón de satisfacción, pero también de heridas, que irán cicatrizando poco a poco con la ayuda del tiempo, pero cada uno dejara su huella, su marca particular.



No sabemos como terminara, solamente que seguiremos escribiendo, cada capitulo, cada pagina. Esperando que algún día, alguien al leerlo pueda reír, llorar…sentir



Hay momentos donde poblamos nuestra vidas de excusas, pequeñas, grandes…

Excusas que nos pierde, nos limitan, nos vuelve personas tontas.

Tontas, por no tener le valor de hacer frente a los sentimientos..

Tonta, por lo que terminamos haciendo, por los sentimientos provocados..

Excusas que se transforman en arenas movedizas, donde poco a pocos nos vamos hundiendo y no tenemos donde sujetarnos.

Excusas que siguen con nosotros, y nos van nublando la vista, no podemos ver que mas allá hay una vida, para ser vivida, sentida, disfrutada..

A veces somos personas tan tontas, que inventamos excusas para no sentir, por temor, por miedo a volvernos vulnerables.

Y de apoco nos van consumiendo.

La vida pasa, y el tren parte.. y ¿nosotros?..

Nosotros ¿donde quedamos….?

Pero hay un momento donde nuestra vida hace un click, nos “observamos” en el día a día que llevamos, en la persona que nos convertimos.

En ese momento descubrimos que el ultimo tren, todavía esta en la estación, y en nuestras manos esta el boleto para subir, y emprender el viajar.