Puedo sentirte, se que estas..
Muchos hablaron de la locura, que iba a morir de amor sin ti, pero mira aca me vez, cada día intento ser mas fuerte, mirar hacia delante, pensar que todavía quedan senderos para caminar, personas por conocer, amores que vivir.
Al principio sentí que me llevabas con vos, que mi vida terminaba en ese momento, en ese segundó.
Pero ahora estoy fuerte, he crecido, he cambiado y me doy cuenta el por que estoy en esta vida, por que no me fui en ese momento, en ese segundo.
Solamente me queda vivir, amar, caminar, sobrevivir y seguir
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6 de abril de 2008, 12:11
"Vivir, amar, caminar, seguir..."
AL fin y al cabo siempre ahí los sentimientos.
Ya quedamos pocs románticos.... pero veo k tú lo eres y eso es precioso.
Muchas gracias por tus comentarios y por descubrirme este rinconcito tan bonito.
Muchisimas gracias de verdad.
Me quedo en este rinconcito... junto al árbol de la foto. Siemplemente viviendo y amando.
un besito grande.
pd: te visitaré pronto. :)
6 de abril de 2008, 21:49
Sigue caminando, porque el sendero aún no ha terminado y lo mejor viene después ;)
7 de abril de 2008, 5:54
¡Qué esperanzador y motivante comenzar el día leyendo este post!!vine a agradecerte la visita y los buenos comentarios que me dejaste yr esulta que me encuentro con otro regalo!! esto si que es tener que agradecer doble ahora.
CIertamente, cuando nos fortalecemos podemos enfrentar mejor las adversidades y hacer de nuestro día algo mejor. Algo ya escribí sobre la actitud positiva, si puedes echate un paseíto por ese post.
saludos
8 de abril de 2008, 0:14
coge la luz... esa sensación de que tu vida terminaba te garantiza que eres capaz de amar, y créeme, no muchas personas son capaces, tú lo tienes, lo sufrirás, pero también lo disfrutarás, vivirás de verdad.
8 de abril de 2008, 5:52
Muy hermoso, yo me siento asi por ahora pero estoy tratando de seguir adelante y buscar nuevas emociones.... Que tengas bonito dia
8 de abril de 2008, 15:21
Te conozco por acá, en España, y el título de tu Blog me atrae, lo leo y sólo descubro vida en él.
A pesar de la distancia física y temporal te leeré.
Gracias por regalarnos vida, Ignacio